Ensoñación diurna I
Ciudad latente
Siento su latido a cada paso,
trepidante
Y en tus manos mi fluir
Llegas a tiempo a nuestro
desencuentro.
Ensoñación diurna II
Confórmate,
más allá no existe
Ansiada permanencia
En la cresta de la ola
En el palpitar de tu pecho
En miradas que rozan
En el vaho de nuestra existencia
Más allá no existe
Permanencia
Bonita cadencia cargada de sensibilidad