El sitar y su melodía me acaricia como si me conociera
¿Alguna vez abandoné esos acordes?
Me llevan a sitios que creí olvidar o que quizá no pensé ni reconocer
El maíz ya no crece y sin embargo me paseo entre las hileras con una insaciable necesidad de crecer, imposible frente a las leyes marcadas sobre tabla rasa.
Que no paren los acordes, que no pare la música, que no pare nuestra necesidad de ser.
Paula