Observa las golondrinas
en lo alto de la catedral
se creyó que a su edad ya miraría por encima del hombro
no por altura sino por compostura
a vecinos, conocidos y amigos
su cima sobre ruinas le dejaba todo el tiempo del mundo
para observar a todo tipo de aves
volaban en círculos sobre su cabeza
las sentía revoloteando en su mente
admiraba su imponente plumaje
no podía dejar de envidiar su vuelo
se creyó que a su edad ya habría pisado todos los continentes
pero solo el pasado fue pisado
pisoteado
insaciable de consuelo
aún lo buscaba en las callejuelas de una ciudad estancada
se creyó que a su edad se refugiaría en su casa con vistas
pero no hay refugio
ni vistas
deshace su mirada sobre las copas de los árboles
esparciéndose en sus troncos erguidos y burdos ramajes
brotó de nuevo su complejo de encorvado
se creyó que a su edad extrañaría sentarse en este banco
pero cómo extrañar algo que nunca se ha dejado
el tiempo vuela,
como las golondrinas.
Paula