Voz grave a través de la pared
¿En qué momento dejamos de escucharnos?
Transparencia falsa que saluda en la mañana,
húmeda y sin voz, alejada del ruido festivo
de las aceras sosegadas.
Impacientes de comenzar frescas,
un día que acaba con desear la muerte,
de los tragos más fríos del solsticio.
Se derriten los ojalá,
y la brisa que acompaña a tu piel,
anhela la arena de la costa.